Técnica del cultivo del bonsai.


Cómo hacer un bonsái a partir de una semilla



Lo primero que tenemos que hacer es conseguir unas semillas de primera calidad, lo haremos a partir de los frutos. La mejor época para la recolección de los frutos es en Noviembre, escogeremos los más grandes y que estén bien cerrados, guardándolos en un lugar fresco hasta que llegue la primavera.




Una vez entrada la primavera, procederemos a abrirlos hasta llegar a las semillas, si son duros, como por ejemplo las piñas, una manera fácil de conseguirlo es la de aproximarlas a una fuente de calor suave.






Una vez abiertos, le daremos unos golpecitos en varias direcciones para que las semillas se desprendan por sí solas. Seleccionaremos las semillas de mayor tamaño desechando las mal formadas o débiles y las colocaremos en remojo durante 2 días para obligarles así a salir del letargo invernal.




El tipo de macetas que recomiendo cuando se trata de semillas para plantar bonsais son unas simples escurrideras de plástico que podéis obtener a bajo coste en comercios de "todo a 100" o similares, ya que debido al gran numero de orificios que tienen facilitan la buena oxigenación de las raíces, que unido a una buena mezcla de drenaje el éxito esta asegurado al 100%.


El suelo que mejores resultados da para hacer bonsais es 85% de Lutita de 8mm. y 15% de tierra de Algarrobo, pero se puede usar cualquier mezcla estándar. Para realizar la plantación de las semillas, haremos unos agujeros en la tierra con una separación de 3 cm., ya que si plantamos las semillas demasiado juntas nos arriesgaremos a que nazcan altas y delgadas por la falta de aire.


Una vez plantadas las semillas del bonsai, las regaremos 3 o 4 veces diarias con agua no calcárea y siempre por la mañana y al atardecer (nunca al mediodía) ubicando los tiestos en un lugar lo mas soleado posible.

A los 8 días ya veremos las pequeñas hojas intentando desgarrar la tierra. Transcurridos 30 días, prepararemos un combinado vitamínico compuesto por 1 litro de agua a la que añadiremos una ampolla de "Benerva (B1)" que podremos obtener en cualquier farmacia, con dicha disolución regaremos cada 15 días durante los 2 primeros meses. 





Al año siguiente, en Febrero ya podemos darle forma con alambre.


Aunque parezca pronto no lo es, ya que si habéis seguido todos los pasos, observareis que los arbolitos tienen la apariencia de uno de 3 años en lugar de 1 año. El alambre, además de darle el estilo deseado se puede utilizar para engrosar el tronco, pero con el cuidado necesario de no dañarlo.


Al año siguiente en Marzo, procederemos al primer cambio de maceta y poda de raíces.


Lo primero será limpiar sin miedo el cepellón de tierra ya que la edad real del árbol es de un año escaso. Extraeremos con sumo cuidado el árbol de la "escurridera" utilizada como maceta y quitaremos cuidadosamente las numerosas raicillas que se habrán enredado en los agujeros de drenaje.


Una vez liberada la tierra del cepellón de raíces, podaremos las mas gruesas y dejaremos las raíces finas pinzando las que creamos convenientes. En el caso de las coníferas, no debemos desechar la tierra madre sobrante ya que contiene el conocido hongo "Micorriza" y que posteriormente volveremos a reutilizar. Una vez podadas las raíces volveremos a plantar los arbolitos en la misma maceta, en la que deberá permanecer 3 años en los cuales abonaremos exageradamente con abono orgánico lento, respetando los meses de letargo y empleando nuestras técnicas de engrosamiento de tronco, pinzado y modelado.





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